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2/11/12

Matorral espinoso psamófilo


BOSQUE Y MATORRAL ESPINOSO PSAMÓFILO (M.E.P)
Este tipo de monte se desarrolla en el litoral platense y oceánico del país, desde Colonia hasta la frontera con Brasil. En el litoral oceánico se encuentra a cierta distancia del mar (nunca a menos de 600 metros), al resguardo de los médanos, debido a los fuertes vientos y salinidad reinantes, en tanto que en el litoral platense el monte se aproxima más a la costa, ubicándose en el primer cordón de médanos, a unos 100 metros del agua.

Se trata de un monte relativamente bajo, conformado por árboles, arbustos, tunas, hierbas, enredaderas y epífitas. Si bien su composición de especies no difiere sustancialmente de la de los montes ribereños y serranos del sur, “por su particular asociación y localización, constituyen formaciones únicas en la región” (Alonso y Bassagoda, 1999). Entre los árboles destacan el canelón, molle, aruera, coronilla, tala, arrayán y chal chal, pero también son típicas especies como las tunas, la espina de la cruz y la envira. Estas tres son particularmente importantes para asegurar la supervivencia de este tipo de monte.

En efecto, el monte psamófilo está en grave peligro de desaparición por varias razones. En primer lugar porque, a diferencia de otros montes del país, le ha resultado muy difícil resistir a la acción combinada del ser humano y el ganado. Ello se debe a que se trata de un ecosistema en equilibrio muy inestable por las peculiaridades del sitio que ocupa, caracterizado por arenas móviles, fuertes vientos, recalentamiento de la arena, elevada salinidad en el aire. Sin embargo, salvo en las zonas más turísticas, ha logrado sobrevivir gracias a las tres especies que mencionábamos en el párrafo anterior. En efecto, prácticamente la totalidad de estos montes han sido cortados por lo menos una vez. Los árboles indígenas rebrotan luego de cortados, pero el ganado se va comiendo los rebrotes, por lo que impide su crecimiento. Y aquí es donde entra a jugar su papel la envira, que no es consumida por el ganado. Dado que se trata de una planta bastante extendida horizontalmente, protege del ganado a las plantas de otras especies que nacen entre su follaje, por lo que asegura así la supervivencia de las otras especies del monte. Un papel similar es cumplido por la espina de la cruz y las tunas, que con sus espinas no permiten que el ganado pueda comerse las plántulas de otras especies.

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